"Vamos a ponerlo difícil"

El problema de las tablas sin lucha es uno de los grandes males del ajedrez actual. La FIDE ha abierto un debate en sus paginas para intentar hallar una solución reglamentaria que dificulte las tablas rápidas. 

Algunos hablan de primar las victorias con 3 puntos, y otros argumentan que con esto solo se provocarían mas apaños en los resultados. Otros llegan a proponer que la oferta de tablas impida mover en ese turno, con lo que de facto, seria una solución a los problemas de mueves y pierdes. 

Nosotros proponemos una solución mas fácil, eliminar la propuesta de tablas del reglamento. Hay reglas para reclamar tablas, los 50 movimientos, las tres repeticiones .... Si la posición es tablas se llegará a una de ellas sin dificultad.  

No hace falta decir que si dos jugadores se han puesto de acuerdo en hacer tablas, la eliminación de la regla de poco servirá, porque podrán repetir jugada y aquí paz y después gloria, pero en todo caso las tablas se habrán producido en el tablero y no por negociación. 

Además la solución no tiene que ser solo reglamentaria, sino que debe ir acompañada de un cambio de mentalidad de todos los actores del ajedrez, que condenen socialmente estas actitudes. 

Algunos dirán que las tablas pactadas están socialmente muy aceptadas, también lo estaba la esclavitud hace unos cientos de años y a nadie se le ocurriría hoy defenderla.

AjedrezND

 

Eliminar las tablas en pocas jugadas es una tarea complicada, pero con imaginación se puede conseguir todo. Más de una vez he propuesto tablas bien por pereza, bien por miedo, ... y luego me he arrepentido de no haber jugado. 

Si no acuerdo tablas para "apañar resultados" es simplemente porque no gano torneos, pero si los ganara se podría interpretar que lo hago. Me parece estupendo que se obligue a jugar a perezosos, miedosos y apañadores. 

Y se me ocurre una forma de forzar a jugar a la gente (aunque no sé si es del todo legal): El primer sistema de desempate podría ser el número de partidas disputadas (entendiendo que una partida es "no disputada" si se producen tablas en menos de 30 jugadas). ¿Toni, te animas a aplicarlo en Sants?

 Antonio Torrecillas

Amigo Antonio, el Internacional de Sants, torneo del que ya no soy director, aunque al que por cuestiones profesionales todavía estoy muy vinculado, ha adoptado este año un método de desempate poco usado en España, el desempate a rápidas, con el que se pretende evitar la especulación en la última ronda, a la vez dar un buen espectáculo y que sea el ajedrez, en su modalidad de rápidas, el que decida los desempates.

El debate que se está produciendo en la web de la FIDE me parece muy interesante, porque por lo menos todo el mundo parece coincidir en que las tablas rápidas hacen daño a la imagen del Ajedrez como deporte y algo tendremos que hacer para solucionarlo. Esta condena aunque solo sea mediática es un primer paso para que los niños no vean estas actitudes, tan poco profesionales aunque parezcan lo contrario, un ejemplo a imitar.

Toni Ayza

Opinión sobre las tablas rápidas. Ricardo Montecatine

Uno de los factores de grandeza de deportes como el Tenis, el Atletismo, el Ciclismo o el Baloncesto es la ausencia reglamentaria del empate. Enfrentado ante la derrota el deportista se ve obligado a intentarlo todo y su carácter heroico, cuando logra trocar la derrota en victoria, es recordado mucho tiempo después.

Nuestro problema es que el empate es algo consustancial con las reglas del juego; hay belleza en el recurso al ahogado, en ciertas posiciones de bloqueo o en simplificaciones y sacrificios hasta alcanzar posiciones de tablas técnicas; también hay lógica (y justicia) en el reparto del punto tras luchas meritoriamente tensas.... Por lo tanto no se debe intentar eliminar el resultado del empate ya que provocaría anacronismos entre lo que es el ajedrez en sí y la aplicación competitiva del resultado de la partida..

Sin embargo los empates por motivos económicos en las últimas rondas de los torneos dañan claramente a nuestro deporte. También lo dañan los acuerdos en las competiciones por equipos, en los torneos internacionales en los que un maestro, que ha sido invitado y cobra un fijo para que de espectáculo, empata en menos de 15 jugadas, o, simplemente, en cualquier otra competición en la que sencillamente se desarrolla una partida sin lucha.

Se han mencionado varios recursos para luchar contra esto, algunos extra reglamentarios tales como puntuar más la victoria, o como disputar una partida relámpago tras el empate, y otros que chocan con lo actualmente regulado, como prohibir ofrecer tablas o como prohibir acordarlas antes de la jugada “X”.

En el caso de dar más puntos por la victoria el problema no se eliminaría pero sí se reduciría. Deportivamente interesaría más vencer ya que el empate no garantizaría el mismo puesto en la clasificación. Pero no debemos engañarnos, el problema mejorará sólo en algunos aspectos. Por ejemplo en mitad de la competición no interesará empatar (salvo que ese sea el resultado tras una lucha correctamente desarrollada), si la competición es por equipos (y se puntúa por puntos en tableros) tampoco se acordarán los empates. Sin embargo en las últimas rondas, y entre determinado perfil de jugadores, aumentará la “venta” de la victoria para uno de los dos....

La prohibición del empate antes de la jugada 30 o 40 se antoja antinatural. Se paliaría algo el problema (no habría tablas cortas y algunos jugadores preferirían entonces jugar) aunque también habría otros que realizarían una perfecta simulación hasta el umbral fijado por la organización o forzarían uno de esos casos en los que haya de aceptarse el empate (posiciones de perpetuo en pocas jugadas).

La prohibición del acuerdo de tablas es una medida suave que paliaría algo el problema (como en el párrafo anterior) pero no lo erradicaría. Al menos tiene la ventaja de ser más natural que el umbral de la jugada 30 por decreto. Eso sí, aumentarían las triples repeticiones en menos de 20 jugadas y nos daría la impresión de que el problema no se habría solucionado.

Otro idea, extra reglamentaria, es disputar una partida relámpago (supongamos que con colores cambiados) tras cada empate. Algo así como que el resultado de la partida lenta sea para Elo y el de la relámpago para la tabla clasificatoria. Si sólo queremos una partida de desempate pues ahí está el sistema “armagedón” (ya sabe, 5 para el blanco y 4 para el negro pero el empate le da la victoria). Para empezar lo del elo para una cosa y el punto para otra suena muy engorroso. Por otro lado se desarrollaría el espécimen de jugador bueno en relámpago jugando para tablas.

En todo esto hay que combinar el aspecto competitivo del ajedrez con el respeto que se debe a su aspecto deportivo. No me parece lógico que uno se vaya a casa con el sabor agridulce de haber logrado realizar una excelente partida (empatando por ejemplo ante un maestro o simplemente jugando por encima de nuestro nivel usual) con el hecho de haber perdido en una partida relámpago.

Por eso me decanto porque siga existiendo el empate como resultado en la tabla de clasificación.

Como propuesta final me parece mejor que se elimine el acuerdo de tablas (permaneciendo las demás tablas reglamentarias) y que se incremente a 1.5 puntos la victoria (o lo que es lo mismo 3-1-0).

Ambas medidas redundarán en una reducción de los empates y de los acuerdos poco deportivos, aunque no los erradiquen. La segunda de estas medidas está ya al alcance de cualquier organizador.

Lo más importante, y ya se ha dicho, es que nuestros jugadores sub 10 crezcan en un ambiente competitivo donde las actuales prácticas antideportivas sean menos patentes y económica o deportivamente menos “rentables” para los infractores.

Imagino que si en el seno de la FIDE se decantan por alguna medida concreta la adoptaremos con cierto alivio. La cuestión está en si en la FIDE se analizará la cuestión con el suficiente grado de debate y reflexión. Recuerden que en el caso del ritmo digital (al margen de que fuese un acuerdo bueno o malo) lo que precisamente faltó fue debate. En esta ocasión parece que han comenzado mejor. Esperemos que la Comisión de Reglas acierte.

 

Creo que el problema de las tablas rápidas no existe salvo para los amantes del "espectáculo". El empate forma parte del reglamento y debemos acatarlo, como que el alfil mueve en diagonal.
 
Intentar prohibir la proposición de tablas conducirá a pantomimas tableriles como la reproducción de partidas amañadas o tablas fotográficas no forzadas. La verdad, creo que hacer tablas rápidas es un ejercicio de simplicidad y sinceridad muy de agradecer. ¿Para qué maquillar esta situación? El empate es consustancial a nuestro juego, aceptémoslo. Quien sabe, quizá la partida perfecta sea de tablas y nosotros aquí, intentando prohibirlas.
 
Cuando encuentro en una revista una de estas partidas de "tablas rápidas" simplemente paso a la siguiente y ya está, no siento mermado el espectáculo ni herida mi condición de "pipa". Normalmente, la gente juega a ganar y si en algún momento el empate ya le viene bien es porque sus rivales han pinchado y el implicado tiene una situación ventajosa. Creo que todos tenemos el derecho al empate voluntario, sobretodo si somos aficionados y nadie paga por ver nuestras partidas. En el caso de los profesionales la cosa cambia si el público tiene que pagar por verles pero de todos modos, si hacen muchos empates rápidos, la organización se lo pensará antes de traerlos otra vez y el público también se lo pensará antes de soltar sus euros. En definitiva, el profesional que se acostumbra a las tablas rápidas se expone a ser "aburrido" y no recibir invitaciones. Creo que este hecho ya debería ser suficiente escarmiento salvo que los organizadores (y eso es algo q sospecho pero no puedo asegurar) crean que por tener una media de 2700 van a tener más público. Pero pretender acosar al aficionado o al jugador que disputa un open para que los "pipas" que no han pagado un duro (mientras q el grueso de jugadores sí ya que pagaron sus inscripciones) se diviertan a nuestra costa mientras estropeamos una partida, por ejemplo, en un final de tablas muertas, me parece prostituir el juego en beneficio del espectáculo. Yo no juego para divertir a la gente, sino para jugar buenas partidas pero a veces, el empate conviene.
 
La propuesta del 3-1-0 (como el desempate kashdan 4-2-1 que nadie ha citado hasta el momento) me parece q no soluciona nada pq unas tablas luchadas pueden ser más meritorias que ganar en 13 pq nuestro rival se dejó una pieza o pq no vino. El empate ya supone dejar escapar 0,5 puntos, no lo castiguemos más. De otro modo, lo único que favorecemos es el juego agresivo y a menudo especulador que se aleja de lo "maquinalmente correcto".
 
El recurso a las rápidas no me parece mal como sistema de desempate clasificatorio pero me parecería mal que se convirtiera en un tie-break para evitar el resultado de tablas. Repito, quizá la partida perfecta sea tablas, y nosotros aquí atacándolas.
 
Las cosas van bien como están. Se juegan miles de partidas todos los días y las publicaciones tienen mucho material donde elegir si lo que buscan es espectáculo y partidas bonitas. Ahora bien, si lo que ocurre es que se publica absolutamente todo lo que juega el campeón oficioso X o el Ogro Y pues resulta q no es oro todo lo que reluce. Hay que vigilar esto de los "cambios revolucionarios" pq se empieza con esto y se puede acabar sorteando la posición inicial de las piezas o prohibiendo la caro-kahn.
 
Joan Fontanillas

 

 

Hola a todo el foro:

 

Sobre los jugadores de elite y los torneos de elite.

 

Me gustaría expresar mi opinión al respecto que será muy escueta y de paso argumentar alguna cosa más para poder exigir más a los súper-jugadores.

 

1)      Los jugadores y no solo los de elite, pueden hacer lo que les de la gana durante sus partidas, me explico, si el hacer tablas rápidas, es decir, sin jugar, eso quedará a la conciencia y la posible falta de “ética” de uno mismo para con los jugadores-espectadores. Uno va a presenciar un torneo por que quiere nadie le obliga, hay que pensar que los jugadores profesionales van de cara “a la pela” y eso es así, mal que nos pese. Este punto me lleva directamente al punto 2.

 

2)      A veces me pregunto o mejor dicho muchos aficionados nos preguntamos, por que no hay más promoción del ajedrez, más festivales tipo Corus, Biel, Dos Hermanas, etc. La respuesta es clarísima: el ajedrez no vende. No vende como un deporte espectáculo, léase futbol, baloncesto, tenis, etc., ya se os estáis preguntando que tendrá que ver esto con la opinión del foro, pues bien es muy simple, las empresas que pueden ser posibles patrocinadores, el ajedrez no lo ven como un deporte espectáculo y no invierten y esto me lleva a ver que el aficionado lo tiene muy fácil, entrada gratuita en el local de juego, boletines de partidas gratis y todo esta servido, esto es así en la mayoría de torneos de nuestra geogr afia. La pregunta es: ¿qué aporta el aficionado al torneo?, nada, cero, pues entonces que le vamos a exigir o criticar si un jugador hace tablas sin jugar o en quince.

 

No se si me he explicado bien. Lo que quiero decir es que si la organización de torneos se hicieran como dios manda, es decir, no dejando nada al azar, las cosas saldrían mejor, por ejemplo no se trata de cobrar una entrada bestial, pero si el jugador de elite, supiera que el público paga por verle, seguro que se esforzaría más y los propios organizadores pactarían de manera distinta con los participantes y eso sería otro cantar..

 

Mirar un ejemplo que me ataño mucho, pues estuve muy dentro de él y fue la World Cup del 89 en Barcelona. Allí se pagaba un abono y/o un ticket de diario para presenciar el magno evento, era asequible a cualquier aficionado y más tratándose de un torneo tan importante con los mejores de entonces incluido el ya campeón del mundo Kasparov. Con esta formula de pagar por ver, daros cuenta que se aplica en todo, desde un partido de simple categoría hasta ver algo por Internet, ¿por qué no hacer pagar por ver el ajedrez?. Ahora podéis decir, si me hacen pagar no voy..., lo seguiré por Internet..., es que no pagas si lo sigues por Internet, y no es más bonito seguirlo in situ, vamos no me digáis, además estoy cien por cien seguro que el buen aficionado a nuestro juego-deporte preferido, no le importara pagar un módico importe que pueda incluir por poner un ejemplo, derecho a la ronda diaria, boletín de la ronda y refresco o similar, seguro que esto funciona.

 

En fin disculpar el rollo, pero hablando de la elite de los jugadores, se les puede exigir si a nosotros también se nos exige, que conste que esta opinión se puede barajar con otras muchas que sin duda las hay, y seguro que los torneos funcionarían mejor, aunque como dije antes esta es solo mi humilde opinión. De cualquier manera el debate sigue abierto, a ver si de una vez por todas y poco a poco conseguimos llevar al ajedrez adonde se merece, atentamente.

 

 

Manel García

      http://www.peondedama.com

Tablas rápidas:

Coincido con todos vosotros y seguro que con la mayoría de los jugadores en que las tablas “rápidas” o simplemente las tablas en sí perjudican al ajedrez, tanto en su competitividad como en su patrocinio, o haciendo una especie de síntesis extraña, en su espectacularidad.

Bien, todos sabemos cual es el mal, ahora el problema es aportar soluciones. Después vendrá la peor fase. A ver qué organizador se “moja” para probar las diferentes soluciones, ya que nosotros podemos decir mil opciones, y defenderlas con saña y palabrería, pero solo la voz de la experiencia habla por sí sola y para todos.

Para todas y cada una de las propuestas que han hecho muchas personas encuentro muchos defectos, que no me voy a poner a puntualizar, ya que esto se haría todavía más aburrido, así que voy directamente a mi opción.

Por experiencia propia, el único sistema que evita el empate (aunque no evita las tablas, ya que no hace falta), y que opino que hay que perfeccionar y buscar las fórmulas adecuadas, es el de eliminatoria (aunque habría que ponerle otro nombre, ya que realmente no pretendo eliminar del torneo a los perdedores).

Ahí es donde un jugador se siente realmente como si estuviera en un partido de tenis, es decir, o gano o pierdo.

En la élite sería relativamente fácil imponer este sistema, ya que son torneos cerrados de escasa participación, y muchas veces a doble vuelta. En los abiertos es problemático, hay que buscar formulas, que serán complejas, pero seguramente hay gente que vive de esto en la FIDE, así que que empiece a trabajar en ello J

Solución: En el caso de que la partida sea tablas mi idea es que inmediatamente después se juegue una partida rápida de desempate. Simplemente sería darle 1.5 puntos al que gane la partida sin desempate, 1 al que gane con desempate, 0.5 al que pierda con desempate, 0 al que pierda a la primera.

Problemas:

-          le quita posibilidades a los aficionados, que no suelen ganar a los maestros, pero sí hacen varias tablas, y tendrían que jugar una segunda partida rápida (aunque en el caso de perder se llevan puntuación igualmente).

-          Hay que cambiar muchos reglamentos sobre bloques, normas, desempates...etc

-          Muchas veces los jugadores hacen tablas realizando una partida perfecta y/o luchada por ambas partes, y parece bastante injusto castigar eso.

Virtudes:

-          Disminuirían notablemente las tablas “arregladas”, quizás desaparecerían, pero por lo menos ya llevan su merecido castigo al hacerlo (medio punto menos para el que gane el desempate y un punto menos para el que lo pierda)

-          Más fácil de vender cuando hay partidas rápidas que pueden salir en televisión completas (os aseguro que una partida rápida crea expectación para los que no tienen ni idea de ajedrez)

-          El que hace menos tablas no se beneficia tanto como en el +3 +1 0. Por ejemplo:  

Jugador A : 1 , 1 , ½ , ½ , 0 , 1 , 1 , ½ , ½ 

                       Jugador B : 1 , 0 , 0 , 1 , 1 , 1 , 0 , 1 , 1

El jugador A hizo las dos ultimas tablas arregladas para cobrar una pequeña cantidad.

El jugador B claramente hizo el submarino, pero supo remontar, y luchó todas las partidas.

Con la puntuación normal quedarían ambos con 6 de 9

Con mi propuesta dependen de las eliminatorias de las tablas del jugador A. Si A gana todos los desempates, alcanza 10 puntos, y B tiene 9. A queda delante y creo que merecidamente.

Si A pierde todos los desempates, alcanza 8 puntos, con lo que B quedaría por delante.

El jugador A tiene que ganar dos desempates y perder otros dos para terminar con la misma puntuación que el jugador B.

 Roi Reinaldo

 

 

 

 

 

  


 

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