Tramposillos en el país de las Maravillas

Se puede leer estos días sobre la descalificación de Julio Becerra y Alexander Riazantsev en el pasado torneo de Dos Hermanas por Internet por ayudarse de programas informáticos. Este caso ha causado bastante ruido por el hecho de que fueron los dos finalistas, pero en realidad, hubo otros fuertes jugadores que también fueron descalificados por el mismo motivo, y otros muchos que no lo fueron pero sobre los que existían serias (y razonables) dudas.

Está claro que para estos fuertes maestros esta ayuda solo se explica por los jugosos premios en juego, pero también intervienen otros factores que están claramente relacionados con un gran problema que se encuentra en los servidores de juego: los tramposillos.

Actualmente está ya muy generalizado el uso de programas en la red. En un mundo virtual (y en consecuencia irreal), el anonimato da la oportunidad a muchos jugadores que en la vida real difícilmente progresarían. Con una pequeña ayuda ortopédica (los programas) pueden codearse con la élite e incluso conseguir cierta fama. Su ego (y su elo virtual) se hincha

El problema es el efecto pirámide: los tramposillos ganan; los que pierden se cabrean (o se deprimen, ya que su ego queda tocado) deciden que han de darles una lección y de paso recuperar su elo utilizando sus mismas armas; juegan con otros tramposillos pero también con otros jugadores honrados que a su vez se sienten perjudicados…..

Hace algún tiempo estuve de administrador en unos de esos clubs virtuales, y pronto me especialicé en cazar tramposos. Aunque eran los primeros tiempos fue una lacra que pronto proliferó. Algunos ni siquiera se escondían. Su excusa era muy peregrina e ingenua: jugando con ordenador contra jugadores fuertes aprendían. Es una tendencia humana la autoexcusa, pero pronto terceros son perjudicados. En el primer torneo digamos serio que se organizó por internet, el pomposamente llamado I Campeonato de España por Internet, ya apareció el primer gran escándalo de este tipo (¿Se acuerdan del famoso Ceuta?): un jugador con una torre de más un una posición ganada se embarca en un increíble sacrifico de torre para dar un no menos increíble mate en cuatro. Y es que los tramposillos tienen este defecto: pierden la noción. De hecho, creo que esta es, actualmente la única posibilidad que hay para cazarlos.

Pues bien, imaginense que son un fuerte jugador y que sabe que en un torneo por internet van a tener que luchar, no solo contra otros fuertes jugadores, sino también contra mediocres rivales manejando un ordenador. La tentación de solucionar el problema radicalmente es fuerte, pero es como una droga: una vez empiezas no se puede parar……

¿Cuál es la solución al problema? Sinceramente, creo que no la hay. Los programas son cada vez más buenos y con un juego mucho más humano por lo que es difícil la detección. Cuando entras a jugar en un servidor ya sabes lo que hay y los torneos a través de internet se acabarán convirtiendo en un "aquí vale todo".

Pero miremos el problema desde otro punto de vista: en un momento dado el ordenador se apaga y volvemos al mundo real. Los mediocres continuarán siendo mediocres fuera del país de las maravillas y los buenos jugadores continuarán luchando en los torneos por los premios y los triunfos. El elo será el real y las partidas también…… Jugadores como Becerra y Riazantsev hincarán los codos y jugarán como saben (que es mucho)

Quizá el problema es que estamos dando más importancia al mundo irreal que a nuestra vida cotidiana. Hace tiempo que llegué a la conclusión que el principal perjudicado con las trampas es el propio tramposo ya que en el mundo auténtico nunca verá más allá de sus narices.

Saludos

P.D. Aviso a navegantes: de todas formas en el citado torneo de Dos Hermanas los "cazatramposos" funcionaron bastante bién. El binomio ICC-EDAMI fueron valientes en una edición donde creo que se batieron todos los records negativos de participación tramposeril. De todas maneras en el País de las Maravillas es difícil combatirlos.

Joan Manel Marches Rios

No tan “tramposillos”

Es evidente que la tentacion de unos jugosos premios conlleva a conductas nada correctas para la consecución de los mismos, es el caso del uso de programas para jugar a traves de Internet. Pero tambien no es menos cierto que los sistemas de deteccion de estos no son nada faciles y pueden producir situaciones injustas, como me consta ha ocurrido en el reciente Torneo de Dos Hermanas por Internet, conozco positivamente un caso en concreto en el que el jugador fue eliminado acusado de utilizar programa, cuando esto no fue asi, incluso analizando las partidas se puede ver que los errores humanos fueron continuos. La situación que se produce es terrible, el jugador hace un buen Torneo, juega bien y se le acusa falsamente de tramposo sin derecho a replica alguna. La solucion a esto no es facil, unicamente se me ocurre acortar los ritmos de las partidas donde el uso de un segundo PC sea mas engorroso, 3/0, 4/0 quiza. Otra posible solucion seria la obligatoriedad de jugar desde ordenadores publicos, grandes cybercafes que existen en la mayoria de ciudades, aunque esto ya requeriria de una logistica mas amplia.

Carlos Ferron

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  


 

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