El punto de vista del espectador
He leído bastantes veces el tema de la proposición de tablas, en foros de ajedrez y me he dado cuenta que siempre tocamos el tema desde el punto de vista nuestro, el de los jugadores, pero no lo hacemos desde otra perspectiva que es el de los espectadores.
Tal vez, porque en nuestro deporte se puede decir que jugadores y espectadores somos el mismo numero, ya que es raro ver un espectador aficionado que o no juegue, porque ya ha sido jugador y no le venga bien en el momento actual, o que acabe siéndolo.
En el tema de las tablas, hay defensores que quieren que se puedan pedir tablas en cualquier momento de la posición ya que el juego históricamente ha sido así y que además para que se ha de forzar algo que presumiblemente ha de terminar en tablas. También hay detractores que quieren que no se puedan pedir tablas y que la partida termine decidiéndose en victoria o tablas por si misma. Tanto unos como otros tienen sus razones validas, pero dan la impresión que ven el tema desde el punto de vista de jugadores, pero obvian el punto de vista del espectador.
El punto de vista del espectador, si se me permite la redundancia, significa en un deporte, el tener un derecho sobre un espectáculo, en este el caso deporte que esta viendo, mas si tiene que pagar una entrada para poder verlo.
Aparte del buen o mal juego que vea el espectador, que nadie, ni los mismos jugadores pueden conocer a priori, el espectador tiene derecho a un mínimo garantizado. Por poner ejemplos, serian noventa minutos, en fútbol, cuarenta en baloncesto, sesenta en balonmano, tres o cinco sets en tenis, una etapa en ciclismo, etcétera.
Si hiciéramos un símil con estos cinco deportes, en relación al ajedrez podría ver lo siguiente: En un partido de fútbol, se llevan diez minutos de partido, ninguna ocasión de gol, se acercan los dos capitanes y piden tablas. En un partido de baloncesto, se lleva jugado el primer cuarto, que termine en empate a puntos, se piden y se firman tablas. En un partido de balonmano se llevan jugados diez minutos, los mismo goles, se piden y se firman tablas. En un partido de tenis, esta en empate a juegos, nadie ha roto el servicio en el primer set, se firman tablas. En ciclismo, después de diez minutos, todos van en pelotón, lo dejan en tablas. Si alguien esta leyendo esto y piensa, solo faltaría esto, cuando me he dejado el dinero en una entrada, es que esta viendo el tema desde el punto de vista del espectador en estos deportes, pero quizá lo esta viendo desde el punto de vista del jugador, si defiende a ultranza que se puedan firmar tablas desde la primera jugada.
En la reciente encuesta que se publico, en Ajedrez Noticias Diarias, pulsando la opinión de jugadores titulados, sobre el tema de las tablas, los resultados finales, quedo en primer lugar que se podían pedir tablas pero a partir de un numero determinado de jugadas.
En mi opinión, tratando de buscar el sentido común, me parece que tratar de encontrar un equilibrio buscando el punto de la partida, en tiempo o jugadas o combinación de ambas, por poner un ejemplo, el primer control de tiempo, sean las treinta o cuarenta primeras jugadas y su tiempo correspondiente, conciliaría todas las partes.
Para el defensor del juego idealista, la partida a partir de ese momento, estaría bastante desarrollada, si uno de los jugadores cree que la partida se puede ganar seguiría jugando. Si no, se pueden pedir tablas.
Para el defensor del juego pragmático, aunque ya se había dado cuenta hace bastante jugadas, que la partida no daba para mas, ya se pueden firmar tablas.
Para el espectador, me refiero, no a otro jugador de tablero, sino a alguien ajeno al torneo y que ha pagado o no, tendría su mínimo garantizado. Si se sigue jugando o no ya es extra.
Me parece que se tendría que reflexionar en este tema al respecto si queremos que personas ajenas al ajedrez, nos vean mas cerca de un deporte profesional que a un juego de mesa. En ello, creo que puede ir en beneficio del aumento de practicantes.
Disiento en algunos puntos:
En primer lugar, creo que los derechos del jugador deben pasar por delante de los presuntos "derechos del espectador", especialmente cuando es el jugador quien paga por jugar y no el espectador. Incluso cuando el espectador pague por entrar y mirar, si el jugador que entabla no percibe cantidad alguna, no debe nada a los pipas que se arremolinen en tonrno a su tablero. Son (y perdonen la expresión) como moscas que pasaban por allí. Quizá debería distinguirse entre reglamentos para torneos profesionales y torneos no profesionales.
Sinceramente, creo que la mayoría de jugadores practica el ajedrez para divertirse y mejorar (su nivel, su elo, su círculo social...). Recuerden que generalmente es una actividad individual (no de equipo). Dudo que los aficionades jueguen para divertir al público como motivación primera. Más bien prefieren volver a casa con una partida seria, sin errores graves y empatada que alternar unos y ceros en partidas repletas de dobles interrogantes. Ya hay muchos ajedrecistas que no jugan ciertas competiciones para no arriesgar sus resultados. Prohibiendo entablar todavía se acrecentaría más el número de jugadores inactivos que, al fin y al cabo, mantienen los presupuestos con sus cuotas de inscripción.
Los jugadores que acuden para "dar espectáculo"´quizá deberían limitarse a los torneos de rápidas o cambiarse a otros deportes más espectaculares como el fútbol sobre elefante o el boxeo en bikini. En ajedrez ya tenemos un reglamento con una tradición centenaria. Si empezamos a tocar cositas del reglamento podemos despertarnos un día y vernos jugando al fischer-random.
Joan Fontanillas
"Partidas
interruptus"
Tras leer la opinión de Fontanillas en "Freedom for draw" quisiera aportar mi
opinión sobre el asunto.
Soy un jugador que en demasiadas ocasiones he propuesto tablas poco después de
salir de la apertura (sean pocas o muchas, IMHO siempre son demasiadas). Unas
veces no me gustaba la posición, otras era incapaz de saber si estaba mejor o
peor, otras tenía ventaja pero el adversario me inspiraba miedo, otras había
consumido demasiado tiempo, ... En mi pocos casos se trataba de evitar una
tediosa prolongación de unas tablas inevitables.
En casi todos los casos la consecuencia ha sido la misma: una profunda
insatisfacción. Y realmente las diferentes explicaciones se puedan agrupar como
una: miedo a perder. Mirando partidas antiguas me avergüenzo de no haber
continuado muchas posiciones interesantes. Ahora y como veterano me gustaría
decir bien claro que además de generar insatisfacción, esas partidas han sido
oportunidades perdidas para aprender un poco más.
Dejemos fluir las jugadas libremente. Esas jugadas latentes en la posición
tienen todo el derecho a nacer y multiplicarse. No hay permitir que se aborte
una partida en un momento tan temprano sin causa aparente. No sólo es un guiño a
los espectadores, es también una forma de ayudar a la mejora del nivel de los
jugadores y a evitar sensaciones frustrantes de éstos.
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un saludo,
Antonio Torrecillas