EL AJEDREZ TIENE BUENA REPUTACIÓN


 

El ajedrez tiene buena reputación. Esto es un hecho gracias al cual, por ejemplo, los padres permiten a los hijos que se inicien y perseveren en este pasatiempo, y los organizadores de torneos obtienen subvenciones de entidades públicas y privadas. Sin lo uno y lo otro el ajedrez agonizaría.

Es por ello que los ajedrecistas hemos de tener sumo cuidado en preservar esta buena reputación que es patrimonio de todos.

No debemos, como paso meses atrás, permitir que se relacione el ajedrez con el póker. Pues para bien o para mal el póker no tiene muy buena reputación y por lo tanto esta relación nos perjudica.

No deberíamos permitir que trascendieran la existencia de ciertos maestrillos profesionales de quinta línea que malviven jugando múltiples torneos de premios nimios y que no aportan nada al colectivo ajedrecista. Los carroñeros del tablero.

Tampoco seria bueno que trascendiera que se puede ser campeón de Catalunya por Equipos con un presupuesto de menos de 20.000 € a gastar en “fichajes”. Mientras que en los equipos de la División de Honor catalana haya menos “canteranos” que en los equipos de futbol de la primera división de la liga profesional. Y aun hay quien ensalza estos comportamientos por el enorme “mérito” de conseguir tan “abultada” financiación.

Creo que muchos de estos riesgos se evitarían si en el ajedrez se hiciese como en el golf. En el golf han separado a los jugadores en dos categorías base, la de aficionados y la de profesionales. Cada categoría competiría con los de su clase lo que no impediría que hubiera torneos mixtos.

Esta es mi propuesta, el guante esta echado ahora falta quien lo recoja.


 

Jaume Viñals Rioja

Señor Viñals, querer mantener la buena reputación del ajedrez y llamar en público 'carroñeros del tablero' a un sector de profesionales de este deporte, me parece una incongruencia y una falta de respeto hacia ese colectivo.

Conozco a algunos maestros y le puedo asegurar que si juegan torneos con aficionados es por necesidad, no por placer.
En cambio yo, como aficionado, estoy encantado de tener la oportunidad de jugar con ellos.

El ajedrez es ajedrez y el poker es otra cosa, y tiene buena reputación, muy buena. La imagen de las timbas en las películas del Oeste Americano me parece que no obedecen a la realidad actual de este juego.

Mire, yo ni se jugar al poker ni al golf, pero me entusiasma el ajedrez, y siento sincera admiración por la gente que ha conseguido jugar a un nivel mucho más alto que el mío.

Lo único que lamento es que el ajedrez, como profesión, a veces sea muy duro para estos maestros.




Antonio Fernández Bermejo.

 

 

 

 


 

 

1