Maria Manakowa WGM se presenta en las competiciones con zapatos de tacón alto y blusas ajustadas, gana en la mayoría de los casos – también por fiarse en la relación entre un buen juego de ajedrez, amor y sexualidad.
En la entrevista con SPIEGEL-ONLINE revela la Gran Maestra rusa sus artificios.
SPIEGEL ONLINE: Ud. dice, que el juego de ajedrez y de amor se parece.
¿En que sentido?
Gran Maestra de ajedrez Manakowa:
“La base de una relación amorosa”
(copyright Yuri Afanasiev)
Maria Manakowa: Ambos se basan en la magia entre las personas.
Ajedrez, amor y sexualidad se basan en relaciones
intensas, que se profundizan y se evaporan. Una
comunicación sin palabras. Tal como los amantes se
entienden, también los jugadores de ajedrez se entienden sin hablarse.
SPIEGEL ONLINE: ¿Por qué es esto así?
Maria Manakowa: Es la intuición. Ella es la base de una relación
amorosa. Y en el ajedrez desempeña un gran papel.
Estoy efectuando una jugada y da igual que brillante
soy como jugadora de ajedrez, no puedo calcular
un número indefinido de futuras jugadas, lo que
ocurrirá después. Siento, como todo podrá desarrollarse.
SPIEGEL ONLINE: Parece que el juego de ajedrez más bien deba ser un
asunto racional, pero amor y sexualidad tienen que ver
mucho con pasión o no?
Mankowa: Son los mismos mecanismos como en el juego. En una partida
de ajedrez existen ataques y resistencia, maniobras de desvío y
alusiones, seducciones y callejones sin salida – como durante el
juego entre dos amantes, como con lo sexual.
Al final figuran satisfacción y sosiego.
SPIEGEL ONLINE: ¿Son buenos jugadores de ajedrez también buenos
amantes?
Manakowa: De todas formas son buenos en captar las cosas que no están
a primera vista. Corrientes escondidos. Instintivamente
pueden adaptarse a nuevas situaciones, por ejemplo al viajar
a nuevos países.
SPIEGEL ONLINE: ¿Podría ser, que Ud. ya se ha enamorado en un
adversario de ajedrez?
Manakowa: Llegué a conocer a mi ex marido jugando al ajedrez, el GM
yugoslavo Miroslaw Tosic. Cuando jugué por primera vez
contra él, hice una jugada no esperada. Moví mi rey no al
rincón, si no al centro. Él pensó:’ vaya que valiente es, y en
seguida se enamoró en mi. El amor hizo de mi una Gran
Maestra.
SPIEGEL ONLINE: ¿Cómo esto?
Manakowa: Todo se encontraba en mi, el talento, la capacidad.
Pero el amor hizo romper las barerras, que antes
obstaculizaban aprovechar enteramente mi potencial.
Cuando alguien quiere algo tanto, más se aleja, dice
una sabiduría asiática. Pero cuando estuve enamorado,
no pensé en otra cosa que en el amor.
Tanto como el “Qi”, la energía de la vida, que corre
libremente por el cuerpo según la enseñanza china de los
elementos de Yin y Yang, cuando todos los bloqueos
hayan sido suprimidos.
SPIEGEL ONLINE: ¿Las mujeres juegan de una forma diferente que
los hombres?
Manakowa: ¡Por supuesto! Son casi dos juegos diferentes.
Una mujer juega más bien de forma ilógica.
Si dos mujeres sen enfrentan, frecuentemente reina un caos
en el tablero, “bordak”, desorden, como suelen decir los
rusos. Si contemplamos el ajedrez femenino, a menudo con
cada jugada cambia quién tiene ventaja.
Como en la vida real, nosotras las mujeres somos mejores en
adaptarnos a situaciones no previsibles.
Por este motivo, el ajedrez femenino también es más interesante
que el ajedrez masculino.
SPIEGEL ONLINE: Sin embargo hay mujeres, que juegan como hombres.....
Manakowa: Sí, la georgiana Maja Tschiburdanidse y algunas jugadoras
chinas de elite.
Pero por norma, somos más emocionales que los hombres y por
eso más débiles. Los hombres pueden desconectarse mejor de
sus sentimientos y se acercan más a los ordenadores, que
sencillamente calculan la continuación óptima de las jugadas.
SPIEGEL ONLINE: ¿Por qué Ud. se presenta en los torneos con blusas
ajustadas y altos tacones? El ajedrez, no es una
competición de belleza.
Manakowa: Me visto para jugar al ajedrez de la misma manera que
normalmente para otras ocasiones. Prefiero vestidos con
“sex-appeal”, bien entendido, que durante las partidas no
suele ser siempre muy cómodo. También en otro tipo de
deportes la erótica desempeña un papel, piensen Udes. en
patinaje sobre hielo o tenis.
SPIEGEL ONLINE: ¿Quiere Ud. distraer a sus adversarios?
Manakowa: ¡No!
SPIEGEL ONLINE: ¿Es Ud. una vampiresa?
Manakowa: Bueno, muchas veces los hombres me consideran así.
SPIEGEL ONLINE: Existe un ranking mundial de belleza para jugadoras
de ajedrez. ¿Dónde está Ud. situada y que hay detrás?
Manakowa: Me encuentro en el puesto ocho. Todo esto empezó en 2005
el Gran Maestro Waldislaw Tkatschiew de Casachstan.
Él dice que el ajedrez necesita un poco de esplendor.
SPIEGEL ONLINE: ¿Quiere Ud. convertirse en una especie de Anna
Kournikowa del ajedrez? Esto sí aporta contratos
lucrativos de publicidad.
Manakowa: Creo que no llego hasta tal extremo. Gano mi dinero con
el ajedrez, pero de una manera distinta.
SPIEGEL ONLINE: ¿Cómo?
Manakowa: Tengo una gran cantidad de alumnos, a los cuales estoy dando
lecciones. La chica más joven tiene solo 4 años.
SPIEGEL ONLINE: ¿Esto no aburre a alguien, que juega tan bien como
Ud.?
Manakowa: ¡No! Estoy creciendo con esto. Estoy desarrollando una
propiedad importante para mi vida futura. Miren Udes.,
existe este viejo concepto judío “Zimzum”. Díos se limita,
para que nosotros podemos entenderle. Como una luz fuerte,
que debe ser filtrado, para que los ojos no duelen.
En la limitación está depositada una riqueza. Y esta
he descubierto, cuando empecé de enseñar el
ajedrez a otra gente.
SPIEGEL ONLINE: ¿Los buenos jugadores de ajedrez también son
buenos políticos?
Manakowa: Hay muchos políticos, que no juegan mal al ajedrez,
Especialmente en Rusia.
SPIEGEL ONLINE: El ex campeón del mundo Garri Kasparow es uno de
los dirigentes del movimiento “La otra Rusia” y quiere
derrumbar el sistema Putin. ¿Qué opina Ud.?
Manakowa: Si solamente partimos de que como juega al ajedrez, tiene una
oportunidad. Muy raras veces pierde. Probablemente, un día
la política le aburrirá y entonces hará otra cosa.
La entrevista fue realizada por Matthias Schepp, el director de la oficina
SPIEGEL en Moscú.
Traducido por Frank Mayer
Abril 2007